PARA SER UNIVERSO De Andrés Caicedo
Habíamos nacido para acariciar la luna
y jugar en las tardes con el mar,
direccionar los vientos
y ponerle nombre a las flores,
tocar con los labios la noche
y domar con la risa el silencio.
Habíamos nacido desnudos,
diáfanos y pequeños,
locos y serenos.
Habíamos nacido para querernos, abrazarnos
y dejar una buena huella en el universo,
no para que el llanto cuarteara el desierto,
no para la nausea,
no para la guerra.
Andrés Caicedo
Para esa fecha, ya había muerto Andrés. 1999.
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