MI DESVELO

"(Entre los capítulos que conforman esta historia, recién salido del horno)"


Ella me había fascinado desde el momento en que la conocí, se convirtió en mi desvelo puesto que me enamore como nunca antes lo había hecho, comencé a amar rápidamente su forma de ser, me resultaba completamente descabellado pero encajábamos de manera perfecta como dos piezas en su lugar...  Siempre hermosa, demente, tierna y picara a la vez, ella tenía una sonrisa letalmente encantadora, le conformaban sueños y un gran misterio que cargaba entre sus pupilas, de esa manera me fui enamorando de sus historias viejas, nuevas, aquellas que compartíamos como si las hubiésemos vivido juntos y aquellas particularidades que le desconocía y que cada día iba descubriendo de esa chica.

Aquella noche al salir junto a ella y otras personas que nos acompañaban, decidí que no podía seguir ocultando aquel sentimiento... Ella se encontraba un poco distraída y parca, poso entre sus labios un cigarro que parecía que le quemara los labios de manera atrayente.

Al preciso instante de entrar a aquel lugar ella dejo notar su gusto placentero por aquel género musical, mientras nos ubicábamos en algún sitio, ella se apartó de nosotros dirigiéndose al punto donde las personas se encontraban bailando; Y yo desde mi asiento mantenía la mirada fija hacia ella.

Aquella mujer comenzó de repente a bailar de manera exquisita, dejaba caer su cabello corto color rojo de manera sensual hacia atrás, su belleza relucía en la forma alucinante en la cual  movía su silueta.

Decidí acercarme discretamente como los grandes amigos que hemos sido siempre, estar a su lado era más que agradable, yo simplemente me derretía con solo verla, ella hacia los mejores días del año en mi tránsito por el tiempo, su rostro blanco como la porcelana era lo más precioso que había visto en mi vida pero me encontraba en problemas; pues ella me tenia en sus manos. 

Ella comenzó a seducirme con su mirada, alejándose entre algunos movimientos suaves y yo aunque me sentía atónito por el desconcierto de su coqueteo; No lo podía negar, ella me fascinaba y no podía quedarme atrás después de notar aquella sensualidad. 
Aunque soy un completo torpe bailando, no lo pude evitar y comencé a perseguir su mirada, a unos cuantos pasos la tome de su cintura y ligeramente la aproxime a mi cuerpo con el deseo de que mi boca tocara sus rojos y delicados labios, de esa manera quedamos tan cerca el uno del otro que en ese completo silencio entre dos, ella no titubeo  jalando mi camisa hacia ella y me beso de la manera más abismal y placentera de la cual nadie lo había hecho jamás.

Por ese preciso momento fui la persona más afortunada de este caótico y bello planeta aunque nuevamente era consciente de que en las horas siguientes estaría totalmente confundido, pero no me importaba; Ella estaba conmigo. 

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