Un par muy impar

 Eran las tres de la tarde, iniciando el mes ocho, 

Un tres comenzamos, sin percatarnos de que sería un viaje maravilloso, sin vuelta atrás, sin retorno, porque de un amor así no se regresa jamás; decían los poetas y los libros, pero como haces para sentir aquello que no tiene cara. Es ahí cuando apareces tú y entiendo que éso solo sucede cuando dos corazones encajan como piezas exactas, fundiéndose en  un amor libre sin importar lo que se venga. 
 
Sin saber en qué nos habíamos metido, un nueve terminado el mes nueve nos soltamos para estar conectados desde los latidos más intensos a distancia, para enfrentar y construir nuestro primer camino o quizás un abismo.
 
Las sabias tradiciones dicen que tres es un numero perfecto, no creo que sea casualidad ser tres más que tú en tiempo y destiempo; pero de una cosa si estoy segura…
 
Que, si reviso detenidamente, quizás somos un mar de perfectos múltiplos impares y es que parece mentira, porque cuando algo es inmejorable, es porque es cosa de otro mundo, a lo mejor de un planeta con tres satélites a su alrededor, nueve ríos, tres océanos, tres inmensos continentes y con 109 árboles desmedidos en cada uno.
 
Y es que nunca, jamás había tenido el placer de disfrutar tanto el conocer a alguien y quererle como si antes de él no hubiera nada y después de él tampoco.

Y llegó a la conclusión de que siempre hará la diferencia y me encanta.

 

copyright ©


Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares